jueves, 29 de enero de 2009

Mikel

La vida no es lo que aparenta, siempre ha sido así. Conocí a Mikel a través de otro amigo, como muchas veces conocemos a gente nueva, no esperaba que Mikel se introdujera en mi vida de la manera que lo hizo. Fue una entrada a boca jarro, a los diez minutos me estaba pidiendo el teléfono y al día siguiente me estaba llamando para tomar una copa.
A pesar de todo, no se apenas nada de él, su trabajo se pierde en una maraña de vendedores y clientes que es difícil desenmarañar, su domicilio en alguna calle de la parte alta, ¿pareja?, Mikel dice que se llama Adela. Pero solo conozco a la tal Adela cuando la conversación juega en su contra, entonces un "Adela, me esta esperando que ya es muy tarde" acude automáticamente a su boca.
A pesar del tiempo transcurrido, ahora va a hacer 4 años, Mikel es un perfecto desconocido, un buscador insomne de vidas ajenas. A veces deseo que desaparezca con la fuerza que apareció en sus inicios y busco con ganas a un amigo que presentarle.